PONER LÍMITES

23/10/2021
Gemma Cánovas Sau

A muchas personas les genera dificultad el poner límites debido a falta de costumbre, aprendizaje, baja autoestima... porque sienten que no son capaces, que si los ponen, les va a generar todavía más conflictos o malestar cuando suele ser a la inversa.

Los límites y la vida cotidiana tienen una estrecha relación. Raro es el proceso de un tratamiento psicológico en que no salga a relucir el tema de cuando, como y de que manera poner límites a otros o a situaciones determinadas que lo puedan requerir.

A muchas personas les genera dificultad el poner límites debido a falta de costumbre, aprendizaje, baja autoestima... porque sienten que no son capaces, que si los ponen ello les va a generar todavía mas conflictos o malestar cuando suele ser a la inversa.

Los límites son imprescindibles en nuestra vida, hacia uno mismo o una misma, ya que no se puede abarcar o controlar todo, en situaciones en que determinadas relaciones interpersonales o de pareja devienen conflictivas y puede entrarse en un circuito en que los otros de forma consciente o inconsciente abusan, anulan, invaden espacios propios o establecen demandas inaceptables o injustas como también puede suceder en el ámbito laboral.

La forma en que habrá que poner límites cuando convenga y sea beneficioso parta la salud mental de las personas, es un aspecto a analizar, ya que habrá que valorar cada situación o relación personal en que convenga aplicarlo.

Uno de los indicadores habituales de mejoría en personas que realizan psicoterapia o psicoanálisis, es como adquieren la capacidad de poner límites y aunque al principio pueda costarles un esfuerzo y el entorno habitual se sorprenda, lo pueden ir interiorizando progresivamente y salir reforzados interiormente, descargando así pesos invisibles que los desgastaban, de esta forma la energía acumulada en soportar lo insoportable  se reconduce, haciendo que fluyan los deseos y sientiéndose aligerad@s.