PALABRAS Y CONCEPTOS EN DESUSO
Cuando por ejemplo en el transcurso de una sesión de tratamiento, emerge la palabra dignidad y lo que conlleva en relación a recuperarla o defenderla en la vida del paciente, no es extraño que surja el asombro de redescubrir dicho concepto.
Resulta significativo comprobar como una serie de palabras dejan de utilizarse en el contexto del lenguaje popular e incluso culto, de forma paulatina. Esto remite desde un enfoque psicosociológico, a que dichas palabras se asocian a conceptos que parecen alejarse de la vida cotidiana de las personas, de sus valores y referentes.
Por ejemplo, palabras tales como: honor, decencia, dignidad, bondad, prudencia, sensatez, compromiso, fidelidad, pudor, tacto, moral, ...y muchas otras, parecen haber quedado congeladas en un túnel del tiempo no tan lejano en nuestra sociedad, esto puede conducir a la reflexión respecto a cómo el lenguaje es permeable a determinados cambios sociales en la percepción de la propia vida y de la interacción con los demás. La aparente libertad cuando se habla o escribe, quizás no sea tanta cuando puedan existir ciertos condicionamientos colectivos también en la comunicación.
Cuando por ejemplo en el transcurso de una sesión de tratamiento, emerge la palabra dignidad y lo que conlleva en relación a recuperarla o defenderla en la vida del paciente, no es extraño que surja el asombro de redescubrir dicho concepto. La dignidad humana va de la mano de la auténtica y sana autoestima, así como de la necesidad de empatía en las relaciones humanas. La palabra bondad que se suele implícitamente asociar a poca capacidad asertiva y regular autoestima, aunque no se diga explícitamente, parece que entra en colisión con referentes actuales en boga tales como: la competitividad extrema, el éxito fácil y la exaltación desmesurada del ego, pero en realidad no es así, para ejercer la bondad hacia los otros y hacia uno mismo/a se precisa gran fortaleza y no es en absoluto incompatible con la capacidad para poner límites cuando conviene.
Detengámonos pues en pensar como hablamos para ser más libres, ya que nos definen las palabras además de los actos.