¿DESEO DE MATERNIDAD?

26/08/2021
Gemma Cánovas Sau

Normalmente cuando el reloj biológico apremia, las mujeres se plantean la posibilidad de ser o no ser madre y es importante que puedan reflexionar acerca de qué tipo de expectativas o ideales tienen al respecto.

El deseo de ser madre en ocasiones puede confundirse con un mandato de tipo inconsciente, ya que mujer y maternidad han ido unidas a lo largo de los siglos hasta el punto de definir la identidad de la mujer, por ello es importante que cada una cuando en alguna etapa de su vida, normalmente cuando el reloj biológico apremia, se plantee la posibilidad de ser o no ser madre, pueda reflexionar acerca de qué tipo de expectativas o ideales tiene al respecto.

Cada mujer es hija de una madre y esta a su vez hija de otra madre, por tanto, la historia personal e intransferible de cómo se han construido los vínculos afectivos con la figura materna, las identificaciones con ciertos rasgos de su personalidad y la percepción de la madre como mujer, también podrán influir en la valoración de esta decisión tan importante, además, claro está, de otros factores tales como: las vivencias de relaciones de pareja, los mensajes socioculturales etc.

La elección de llegar a ser madre ya sea por la vía biológica o adoptiva, implica una gran responsabilidad sin menoscabo de la implicación paterna. Es una construcción progresiva. Las madres tienen una gran influencia en sus hij@s a través de la transmisión de sus valores, la comunicación... esta siembra requiere empatía así como perseverancia en el tiempo, aunque nunca se consigue el ideal, ya que como señalaba Winicott basta con que la madre sea suficientemente buena, es decir no perfecta, tal empeño ha de ir envuelto no solo de inevitables esfuerzos, sino salpicado de satisfacciones que se relacionan con la vivencia trascendente de acompañar a un ser humano en la construcción de su identidad.

Para este camino es preciso asimismo cuidar la salud psicológica, que cada mujer se otorgue el lugar interno que le corresponda como sujeto, y pueda equilibrar en la medida de lo posible el escuchar sus necesidades personales y asumir sus límites, para no deslizarse en el peligroso camino de cuidar al otro y descuidarse a sí misma, que tantos problemas sabemos que puede ocasionar a la larga tanto a nivel emocional como psicofísico.

En los tiempos actuales en que la sociedad líquida tiende a desdibujar referentes, poner de relieve y visibilizar la gran importancia de la maternidad elegida, es todo un reto y algo muy necesario para la sociedad en su conjunto ya que la descendencia será la generación adulta del futuro.