Atención a problemas emocionales tales como: inseguridad, angustia, crisis de ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultades de relación social y/o familiar, crisis laborales, estrés crónico, separaciones de parejas, situaciones diversas de duelo, etc.
Cuando a lo largo del tiempo se reproducen situaciones, en las cuales la persona observa una repetición en su trayectoria de vida, en términos de sufrir los efectos adversos de las relaciones personales y sentimentales problemáticas, incomunicación o similares, es apropiado pedir ayuda para analizar los factores subjetivos o externos que pueden estar interviniendo en la reproducción de estos obstáculos que hacen tropezar a la persona con la misma piedra.
También ciertas experiencias traumáticas, problemas de salud, pérdida de seres queridos, separaciones, cambios o despidos de puestos de trabajo u otras circunstancias similares, pueden desencadenar una sintomatología reactiva que necesita acompañamiento profesional para llevar a cabo la elaboración psicológica de lo que ha ocurrido.